Obras destacadas

Juan Pantoja de la Cruz (1553-1608)
Retrato de Gregório Taumaturgo de Castelo-Branco, tercer conde de Vila Nova de Portimão
c. 1600
Óleo sobre lienzo
193 × 97 cm (marco)​
MR0133

Juan Pantoja de la Cruz (1553-1608) es un pintor renacentista español, de estética manierista, discípulo de Alonso Sánchez Coello, que se especializó en el retrato cortesano. Fue nombrado pintor de cámara de Felipe II y retratista oficial de la corte bajo el reinado de Felipe III. El retrato de Gregório de Castelo-Branco es un ejemplo característico de la obra de Pantoja de la Cruz.

Retrato de formato convencional en que el personaje posa de pie y fija la vista del espectador, ante un fondo neutro, oscuro. De manera simbólica, la mano derecha se apoya sobre un casco y la mano izquierda en la empuñadura de la espada que lleva en el cinto. Destaca la virtuosidad del artista en la representación minuciosa de los detalles de la indumentaria.

Este cuadro hace pareja con el retrato de Magdalena de Vilhena y de Lancastre, sobrina del primero, también de la colección.

Gonçal Peris i Sarrià (documentado entre 1380-1451)
Retrato de la Virgen de la Leche
Principios del siglo XV
Pintura al temple de huevo sobre madera
212 × 178 cm
MR0246

Retablo gótico dedicado a la Virgen de la Leche, obra de Gonçal Peris i Sarrià. La figura de la Virgen está representada en la tabla central inferior dándole el pecho al Niño Jesús, sentada en el trono, rodeada de ángeles. En cada una de las tablas laterales se representan pasajes de la vida de la Virgen y de la infancia de Jesús. A la derecha, de arriba abajo, la Natividad, la Resurrección y el Pentecostés. A la izquierda, de arriba abajo, la Anunciación, la Epifanía y la Ascensión. En la parte superior del tercio central del retablo, la Dormición, y encima, la Trinidad.

Gonçal Peris i Sarrià es una de las principales figuras de la pintura valenciana de la primera mitad del siglo XV. Miembro de una familia de pintores, se formó en el taller de Pere Nicolau, y acabó formando taller propio, de célebre reputación.

Doménikos Theotokópoulos (el Greco) (1541-1614)
La Anunciación
1577-1580
Óleo sobre lienzo
109 × 98 cm
MR0136

El cuadro de La Anunciación es obra del reconocido pintor de Creta, el Greco, uno de los artistas más destacados de finales del Renacimiento.

La escena de la Anunciación es un tema recurrente en la obra del Greco. Aquí, el arcángel Gabriel, encima de una nube, anuncia desde la derecha a la Virgen, arrodillada en un reclinatorio, a la izquierda. El episodio está coronado por un grupo de ángeles, en la parte superior. El fondo arquitectónico está marcado por un suelo, dibujado en clara perspectiva, y una puerta entre columnas, por donde se ve un exterior urbano. La luz y el color están muy presentes en toda la obra.

Dos versiones similares de esta obra se conservan en las colecciones del Museo Nacional del Prado y en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.

Francisco de Goya y Lucientes (1746-1828)
La Aparición de la Virgen del Pilar
Segunda mitad del siglo XVIII
Óleo sobre lienzo
105 × 84 cm​
MR0084

La Aparición de la Virgen del Pilar, del pintor aragonés Francisco de Goya, es una de las diferentes representaciones que el artista hizo de esta escena y es posible que sea un encargo para la devoción de un particular. Aquí, la Virgen, con el Niño en brazos, sobre la columna, ocupa el eje central de la composición, mientras el apóstol Santiago, a la derecha, portando el báculo, está representado arrodillado a los pies de la columna, junto con sus discípulos, orando, en la orilla de un río (¿el Ebro?). Un grupo de ángeles rodean el fuste a los pies de la Virgen, quien, a su vez, está rodeada por un halo orlado con cabezas de ángeles.

Adam Willaerts (1577-1664)
Marina con paisaje holandés
1622
Óleo sobre lienzo
36 × 66 cm​
JMR0241

Obra de trabajo minucioso, animado y colorido, de inspiración flamenca, de Adam Willaerts. Artista del barroco holandés, fundador del Gremio de San Lucas de Utrecht, claramente influenciado por la pintura de Cornelisz Vroom y Pieter Brueghel el Viejo. Willaerts es conocido como pintor de marinas y paisajes costeros, en los que une la tradición de la pintura de marinas con la pintura de costumbres. Son típicas de este artista las escenas de playa y portuarias con pescadores y otras figuras, en primer término, y paisajes rocosos que comparten plano con barcos en el mar.

La obra de la fundación es una composición característica de Willaerts: una vista parcial de un municipio costero, presumiblemente un puerto holandés, con figuras en un promontorio, en primer término, y pescadores descargando la pesca del día en la playa. Las pequeñas figuras humanas confieren a la obra sensación de acción y movimiento. La composición de fondo muestra el mar, con embarcaciones de vela, y un acantilado, en el lateral derecho, con unas escaleras y los edificios de la ciudad.